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Puntales
Por Agustín Vargas
Infonavit
principal sostén del Fondo Bienestar
·
Aportará en
principio 4,500 mdp
·
Inactivas 2.2
millones de cuentas
·
Sistema político
monopolizado
De acuerdo con los tiempos que marcó la reforma al
Fondo de Pensiones para el Bienestar aprobado por el Congreso de la
Unión, a partir del primero de julio los
trabajadores de México podrán acceder a una
compensación para obtener una pensión con el
100% de su salario.
Para
tal efecto, dependencias como el
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda
para los Trabajadores (Infonavit), Fondo de
la Vivienda de los Trabajadores al Servicio
del Estado (Fovissste) y el Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS), así
como las afores, debieron haber transferido
desde la segunda quincena de junio, los
recursos contemplados en la nueva reforma al
Fondo de Pensiones para el Bienestar.
De
entrada, el Infonavit informó que ya tenía
listos hasta 4 mil 500 millones de pesos
para transferir al fondo de pensiones, cifra
que corresponde a 2.2 millones de cuentas
que se encuentran como inactivas en el
instituto.
La
transferencia de fondos de cuentas no
reclamadas de personas mayores de 70 años y
cuentas inactivas, en el caso del Infonavit,
se realizará para garantizar que el 1 de
julio los trabajadores puedan acceder a una
compensación para obtener una pensión con el
100% de su salario.
Los
fondos también provendrán del Instituto para
Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) y los
ahorros no reclamados de los trabajadores en
el Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado
(ISSSTE).
Los
estados que tengan deudas con el ISSSTE y el
Servicio de Administración Tributaria (SAT)
se les podría aplicar un descuento desde la
Federación de entre 25% y 75%, recursos que
también se destinarán al fondo de pensiones.
El
Régimen de inversión del Fondo, cuyos
recursos serán administrados por el Banco de
México, tendrá como objetivos principales
los siguientes: 1) cubrir las necesidades de
liquidez requeridas para dar cumplimiento a
los fines del Fondo; 2) procurar la
preservación de capital del patrimonio del
Fondo en términos reales; y 3) generar
rendimientos, en la medida de lo posible,
que contribuyan a incrementar el patrimonio
del Fondo, sujeto a una prudente
administración de riesgos.
Sistema político
monopolizado
Después de cuatro decenios de gradual
gestación de pluralismo, el sistema político
mexicano vuelve a quedar dominado por un
partido.
La
coalición encabezada por
Morena arrasó la elección presidencial,
las contiendas para definir la integración
de ambas cámaras del
Congreso de la Unión y las legislaturas
estatales, así como las elecciones de
gobernadores que se realizaron el pasado 2
de junio.
Este
resultado superó las expectativas que las
encuestas habían generado, y entre otras
cosas, es probable que se traduzca en
mayorías legislativas calificadas para la
misma coalición que ocupará la presidencia.
Con éstas el próximo gobierno podría
garantizarse cualquier reforma secundaria o
constitucional, que decida impulsar.
Todos los analistas anticiparon que la
coalición encabezada por Morena se haría con
las mayorías absolutas en ambas Cámaras del
Congreso de la Unión pero nadie previó que
pudieran controlar mayorías calificadas.
Según proyecciones del INE, la coalición
oficialista habría obtenido 72% de las
curules en las Cámara de Diputados y 65% de
los escaños en el Senado; es decir,
controlarían una holgada mayoría calificada
en la Cámara y sólo les faltarían dos para
alcanzarla en el Senado.
Se
trata de posiciones muy superiores a las
alcanzadas por la alianza de Morena en 2018.
Pero, sin duda, no les será difícil
persuadir a dos senadores cuando fuera
necesario y que esta coalición también habrá
obtenido mayoría absoluta en los congresos
estatales requeridos para autorizar
cualquier reforma, secundaria o
constitucional, que el gobierno encabezado
por Morena decida impulsar.
Los
resultados electorales le dieron a
Claudia Sheinbaum una amplia victoria y
legitimidad sobre sus oponentes. De eso no
hay duda. Sin embargo, se ha originado un
periodo de inestabilidad financiera en
México debido, principalmente, a la necedad
del
gobierno de imponer la reforma al
Poder Judicial y la desaparición de
organismo autónomos relacionados con la
rendición de cuentas.
Tanto el presidente
Andrés Manuel López Obrador,
como Claudia Sheinbaum, reiteraron la
intención de que avance la reforma al Poder
Judicial en septiembre próximo, lo cual se
ha convertido en el principal foco de
preocupación de los inversionistas, tanto
nacionales como extranjeros, sobre el país.
La reacción natural a la intentona gubernamental
fue la depreciación del peso y el desplome
del mercado de valores, y aunque éste ha
venido recuperando poco a poco, con algunos
altibajos, la pregunta que se hacen todos
los analistas es ¿hasta dónde podría
depreciarse la moneda mexicana? Al día de
hoy no hay una respuesta clara, ni de las
autoridades ni de los analistas.
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