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Cuenta Corriente
Alicia Salgado
CAME: ¡actúen
ya!
El
jueves pasado se realizó una reunión en la
Secretaría de Gobernación con un
representante legal de Te Creemos, la
entidad fusionante y controladora de CAME, a
la que asistieron Eugenio Laris,
vicepresidente de Supervisión de Banca de
Desarrollo y Finanzas Populares de la CNBV;
Armando Martínez, director general de
Supervisión de Sofipos B, y Francisco
Farfán, director general de Supervisión de
Sofipos A. No hubo ningún
resultado claro, salvo que el representante
legal leyó un documento relatando su versión
sobre el quebranto de CAME. ¡Pura pifia! Lo imperdonable y
grave, por el impacto social, moral y real
que CAME ha tenido en la historia del ahorro
popular en México, es que a mes y medio de
que bajó la ventanilla, la CNBV no haya
actuado con contundencia para aplicar
cualquiera de las alternativas que prevé la
Ley de Ahorro y Crédito Popular y por ende
de sofipos. Ésta es clara, puede ser desde
la transferencia de activos y pasivos,
fusión o concurso mercantil, no sólo revocar
la licencia, sino presentar aquella
alternativa que permita lograr el mejor
interés para los participantes (ahorradores
y acreditados) y uno de ellos es declarar la
revocación o el quebranto para que inicie el
pago a ahorradores. Lo que se requiere
es que la CNBV actúe, pues a estas alturas y
frente a la inmovilidad de la Secretaría de
Hacienda, que es la que preside la Junta de
Gobierno, muchos se preguntan ¿cuál es el
valor de ser regulado y supervisado en
México? Las cifras de los
daños colaterales se las expongo: el Fondo
de Protección tiene registrados 435 mil
ahorradores a los que les cubre 100 por
ciento de sus depósitos y, sólo 704 clientes
están por arriba de las 25 mil udis o 225
mil pesos de la cobertura establecida por
ley. Eso de un millón y pico se lo sacan de
la exagerada que priva en el caso. Los pasivos más
relevantes son con FIRA por 1,200 millones
de pesos, 400 millones con la Sociedad
Hipotecaria y 600 millones con Nafin. Sume; desde febrero,
los 133 empleados se quedaron sin cobrar la
quincena y los dueños de las 294 sucursales
no ven para cuándo cobrar la renta y sólo
ven acumular el pago de servicios. A ésos no
los ven ni en la CNBV ni en Palacio
Nacional. ¿Fue fraude? Parece
que sí. La contabilidad muestra un registro
de 1,500 millones de pesos de cartera
inexistente y, en lugar de pagar la cartera
mandaban el dinero para pago a proveedores
que, a su vez, eran accionistas o directivos
de Te Creemos o Te Creho. Ese dinero fue a
destinos distintos. Por dónde lo hacían:
la cuenta de “otros activos” —que debió
alertar la Federación— y la supervisión, por
lo anormal y abultadísimo de los
movimientos, acumuló más de 1,300 millones
de pesos que se destinaron a otros fines. Otros afectados son
12 intermediarios de otra sofipo y el resto
de microfinancieras del sistema de ahorro y
crédito popular que participan en el
Fideicomiso de Prodesarrollo estructurado
con FIRA. El monto del
quebranto de CAME es de 160 millones de
pesos, y lo tendrán que cubrir con las
aportaciones de capital realizadas por todos
en la mutualidad. CAME tenía la mayor
participación en el Fideicomiso Estructurado
de Prodesarrollo, pero al ser un mandato
integrado por sofipos y microfinancieras,
esto es, ser un dinero mutualizado, todas
sabían que si una tronaba, se tomaría el
dinero de todos para pagarlo como ocurre en
los créditos grupales. Obvio están encab…
hay más tristeza porque a estas alturas la
afectación a los ahorradores es inadmisible. Las demandas y
colaterales están corriendo, algunos están
encuadrando el perfil penal de las mismas,
pero lo grave es el tiempo que ha dejado
correr la CNBV porque no para la sangría, y
eso es lo que pone en tela de juicio ¿cuál
es el valor de ser regulado? Este sector, el
popular, representa a más de 25 millones de
clientes de los que menos tienen, los que
tiene productos acordes a su capacidad de
ingreso, los que sólo tienen en sofipos y
cajas la única opción real para ahorrar y
financiarse. ¡Pónganse en los zapatos de
esos otros!
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(La columna Cuenta Corriente se publica de lunes a viernes en el periódico Excélsior. Se reproduce con la autorización de la autora). |