Coyuntura Empresarial y Financiera

 

 

Por Víctor Ortiz Niño

   

 

Diagnóstico y perspectivas de PEMEX 

 

 

Petróleos Mexicanos (PEMEX) fue durante años la empresa que apoyó las finanzas del Gobierno federal, pero ha entrado en una etapa que ahora se convirtió en el principal problema financiero del mismo, la situación no es nueva viene desde sexenios anteriores y se agudizo, desde mi punto de vista, con la administración actual, por lo que presenta un diagnóstico, apolítico, de PEMEX.

 

Ante todo, se debe resaltar que PEMEX ya no es una paraestatal, en 2014 se hicieron las modificaciones necesarias en su marco legal y asumió la figura de empresa productiva del Estado, con la que se buscaba enfocarla a la generación de valor económico y dotarla de autonomía financiera y presupuestal.

 

Angelica Tacuba Santos en su artículo Gestión de Pemex como Empresa Productiva del Estado, https://www.probdes.iiec.unam.mx/index.php/pde/article/view/60235/56679, señala que el diagnóstico gubernamental para realizar la modificación se basó en dos aspectos:

 

1) Rezago tecnológico en extracción de aguas profundas y de transformación industrial, incluyendo refinación, petroquímicos y producción de fertilizantes.

 

2) Insuficiencia financiera para cubrir los niveles deseables de inversión; la solución fue la participación de capital privado llevando a modificaciones en la Constitución Política y las leyes secundarias; asimismo, al diseño de tres medidas de política para Pemex EPE: i) gestión interna en base al Gobierno Corporativo; ii) adaptación del régimen fiscal al nuevo esquema de contrataciones; iii) asociación con empresas privadas para atraer flujos de capital y tecnología.

 

El actual Gobierno federal no estuvo de acuerdo y adopto diversas medidas para frenar las políticas adoptadas en la reforma energética de 2014; sin embargo, Pemex ha seguido agravando su situación productiva y financiera.

 

El 5 de marzo de 2024 Francisco J. Barnés de Castro, presentó en la Academia de Ingeniería de México su estudio “Retos y perspectivas para el sano desarrollo de Pemex”, el cual se basa en fuentes información oficiales y públicas, con la siguiente estructura: I. Principales retos que enfrenta Pemex: 1) Matriz energética, 2) Desempeño operativo, 3) Situación financiara, 4) Retos para la transición energética.  II. Posibilidades y Perspectivas.

 

La información que presenta va desde 2010 a diciembre de 2023, realizando una serie de gráficas y conceptos que muestran la evolución y situación actual de PEMEX, llegando a las siguientes reflexiones finales:

 

I)             A pesar del sacrificio fiscal para reducir los derechos de utilidad compartida y de los enormes recursos que el Gobierno Federal le ha inyectado a Pemex, la deuda total de la empresa es similar a la que la que tenía cuando la recibió, con un componente mucho más alto de vencimientos de corto plazo, con un incremento significativo de adeudos con proveedores, con un costo muy superior del servicio de la deuda y con una calificación crediticia muy deteriorada.

II)           Pemex dejó de ser el caballo brioso que impulsaba la carreta de la economía nacional y se ha convertido en un paquidermo artrítico que amenaza con estancarla.

 

De no corregirse oportunamente el rumbo actual, Petróleos Mexicanos corre el riesgo de convertirse en un lastre para las finanzas públicas, un daño creciente para la salud de la población, un importante factor de deterioro del medio ambiente, y un freno para la transición energética.

 

III)          El próximo gobierno recibirá una empresa que no solo ya no le aportará ingresos, sino que le va a generar crecientes problemas financieros, presupuestales, operativos y ambientales, que deberá atender distrayendo todavía más recursos presupuestales para modernizar las instalaciones, corregir los problemas operativos y detener la sangría financiera.

 

Algunos de los conceptos presentados en el estudio, corresponden a los siguientes:

Pemex pasó de suministrar el 63% de la energía fósil que utiliza el país a suministrar tan solo el 43%Pemex autoconsumo el 13% y quema el 4% a la atmósfera.

 

El gas natural ha desplazado a los demás combustibles industriales, porque contamina menos y es más barato El gobierno ha priorizado garantizar el abasto de combustibles líquidos, pero ha descuidado el abasto de gas natural.

 

Las reservas probadas de petróleo crudo no han variado, alcanzan para menos de diez años de producción. PEMEX logró estabilizar la producción de crudo en 1.68 MMBD, pero se quedó muy lejos de la meta comprometida de 2.2 MMBD. Los costos directos por barril de crudo producido se han incrementado considerablemente. El rendimiento de operación por barril (antes del pago de derechos) se ha reducido de manera importante.

 

Las reservas probadas de gas natural alcanzan para menos de siete años de producción. La producción de gas declinó 30% entre 2010 y 2018. La producción de gas seco cayó a menos de la mitad. Pemex consume más del 70 por ciento del gas seco que inyecta a los gasoductos. Mientras que la producción ha venido declinando, la demanda sigue creciendo al igual que las importaciones. Las importaciones de gas natural han seguido creciendo año con año.

 

El sistema nacional de refinación (SNR) consta de seis refinerías poco eficientes que requieren ser modernizadas. Pemex ha logrado incrementar el volumen de crudo procesado en el SNR, pero está muy lejos de la meta comprometida para 2023. A pesar de este incremento en el procesamiento de crudo, el SNR ha estado operando muy por debajo de sus niveles tradicionales. El SNR está operando con una carga de crudo cada vez más pesada.

 

Los incrementos en los principales productos de refinación no han correspondido con el incremento de crudo procesado. Los rendimientos actuales del SNR son peores que los que ya habían sido logrados en años anteriores. Todas las refinerías del SNR, excepto Tula, han empeorado su desempeño. Las que están operando peor son Cadereyta, Madero y Minatitlán.

 

A partir de 2020, para exportar los excedentes de combustóleo Pemex ha tenido que exportar crudo ligero. La producción de combustóleo se ha vuelto un mal negocio Tiene poca demanda como combustible y su precio en los mercados internacionales es mucho más bajo que el de la gasolina y el diésel. Para poder exportar el combustóleo, Pemex ha tenido que castigar el precio del crudo y descontar cada vez más el precio del combustóleo.

 

México es uno de los países que más gas natural queman a la atmósfera. En los últimos años se han incrementado tanto las emisiones de óxidos de azufre como la quema de gas natural a la atmósfera. Los índices de siniestralidad de Pemex se han disparado en los últimos dos años.

 

El rendimiento de operación de Pemex (antes de costos financieros e impuestos) se ha reducido de manera importante. Pemex no está canalizando más recursos a inversión de los que se canalizaron en la pasada administración. Los ingresos que aporta Pemex al Gobierno Federal por concepto de derechos e impuestos son cada vez menores. Los ingresos que aporta Pemex al Gobierno Federal por concepto de derechos e impuestos son cada vez menores.

 

No solo se ha reducido la renta que aporta Pemex al Gobierno Federal, sino que también se han incrementado las pérdidas de la empresa. A pesar de la fuerte reducción del Derecho de Utilidad Compartida (DUC), el Gobierno Federal ha tenido que inyectarle capital. Pemex Transformación Industrial (TRI) pierde casi 34 dólares por cada barril de crudo procesado en el Sistema Nacional de Refinerías (SNR).

 

Las pérdidas de Pemex TRI son extraordinariamente grandes, sobre todo cuando se comparan con las utilidades reportadas por las principales empresas petroleras. Las principales pérdidas de Pemex acumuladas en los últimos años son atribuibles a Pemex Transformación Industrial. A pesar de las inyecciones de capital, tanto el patrimonio de Pemex como el de Pemex TRI se han deteriorado respecto al valor que tenían al final de la pasada administración.

 

Pemex logró contener el incremento de la deuda de largo plazo, pero los pasivos totales a finales de 2023 son 250 mil millones de pesos mayores que a finales de 2018. El próximo año Pemex tendrá que enfrentar vencimientos de 235 mil millones de pesos y 14,300 millones de dólares.

 

 

 

victor_ortiz_nino@gmail.com