Un Montón de Plata
Carlos Mota
Alerta: viene exaltación de informalidad
Ya aparecieron los primeros signos de uno de los fenómenos más
riesgosos para que México consolide su
desarrollo en las siguientes décadas. Se
trata de la exaltación de la economía
informal; de la defensa del comercio
informal como fuente de nuestra identidad y
soberanía.
Es una campaña ideológica sumamente peligrosa. Si cuaja en la
agenda nacional el gobierno de Claudia
Sheinbaum estaría
renunciando a corregir la estructura de ese
enorme sector económico en el que se emplean
32 millones de personas. Ni España, cuando
desarrollaba, se atrevió a exaltar la
informalidad. Veamos.
El 24 de septiembre Louise Guibrunet, Ana G. Ortega-Avila, Selene
Valerino-Perea, José Manuel Correa Campos, y
Valeria Itzel Pozos Espinosa publicaron
el artículo “Los vendedores ambulantes como
actores de un sistema alimentario
sustentable: El caso de la Ciudad de México”
en la revista académica británica Geo:
Geography and Environment. Es un artículo
que ha empezado a ser ampliamente citado y
replicado, por estar en una publicación
internacional.
Los académicos exaltan la informalidad de
la economía callejera así: “Concluimos que
la comida callejera constituye un elemento
significativo del ambiente urbano de la
Ciudad de México que aumenta la
disponibilidad de la comida tradicional,
elevando la soberanía alimentaria y
contribuyendo al sistema sustentable de
alimentación. La comida callejera —en su
carácter de práctica tradicional espontánea,
tradicional y cotidiana que contribuye al
sistema de alimentación sustentable—,
constituye un ejemplo de ‘sustentabilidades
existentes’, cuyo análisis brindaría
elementos fundamentales para alcanzar
transiciones sustentables”.
En pocas palabras: ha iniciado la propaganda para que México
renuncie a buscar la formalidad de toda la
fuerza laboral, y en su lugar abrace,
enarbole y defienda a la informalidad como
parte de nuestra identidad, de nuestra
soberanía y del orgullo nacional. La
implicación de esta ideología es profunda.
Si esto llega al discurso político, a los
votantes y a las políticas públicas, la SHCP
de Rogelio
Ramírez de la O y el SAT de Antonio
Martínez Dagnino podrán irse
despidiendo para siempre de una recaudación
en la que 54 por ciento de la población
jamás tributaría. Seríamos un eterno
folclor, orgullosos de los puestitos
callejeros y perennemente condenados a nunca
cobrar Impuesto Sobre la Renta a toda la
población, como lo dije en mi artículo del
22 de octubre aquí.
La única luz en medio de esta ideología oscura en México, por el
momento, la brinda Marcelo Ebrard. Es el único que
ha hablado de corregir el gran problema de
la informalidad en el país. ¡Uf!
VACACIONES
Tomaré vacaciones por Navidad a partir de ahora. Esta columna se
volverá a publicar el 6 de enero del próximo
año. |
(La columna Un Montón de Plata se publica de lunes a viernes en el periódico El Heraldo de México. Se reproduce con la autorización del autor). |