Ricos y Poderosos
Marco Antonio Mares
Fondo de pensiones para el
bienestar: dudas
Luego
del escándalo que generó y a pesar
de todos los gritos y sombrerazos,
será aprobada en la Cámara de
Diputados, la reforma a la Ley de
Pensiones que permitirá la creación
del Fondo de Pensiones para el
Bienestar (FPB).
De ahí, pasará al Senado de la
República y lo más probable es que
se cumpla el deseo del presidente
lopezobrador, de que esté lista para
que entre en vigor a partir del mes
de mayo.
Con ella, el gobierno mexicano podrá
transferir los ahorros no reclamados
de los trabajadores mayores de 70
años al FPB para fondear las
pensiones de los trabajadores que
registran un salario igual o
inferior a los 16 mil 777.78 pesos
al mes.
El escándalo público inicial se
enfocó en lo que se considera como
un acto de “confiscación” por parte
del gobierno.
Confiscar quiere decir apropiarse y
en ese sentido, es justamente lo que
hará el gobierno.
Tomará los ahorros privados de los
trabajadores para un fondo público,
aunque al final, tales recursos, se
transferirán, parcialmente, a otro
segmento de los trabajadores, a
través de sus pensiones.
Hay que decir que la ley permite que
el gobierno tome los recursos de
cuentas no reclamadas y los destine
a la beneficencia pública.
Hasta ahora, en el caso específico
de las Afores, los tienen que
entregar al IMSS y en el ISSSTE, se
los puede quedar la institución para
gasto corriente.
La preocupación ciudadana se generó
por la posibilidad de que se tomaran
los recursos de los trabajadores
activos, como originalmente se
planteó, luego se eliminó, y luego
se volvió a incluir con una
modificación ilegal al dictámen, que
finalmente se suprimió.
En consecuencia, la discusión, en
ese sentido, podría no tener la
relevancia original. Más bien
debería enfocarse en una serie de
interrogantes.
¿Por qué el gobierno impulsa con
carácter de urgente la constitución
de un FPB –a través de la iniciativa
de ley del 4 de abril pasado– para
cumplir su propósito de garantizar
el pago del 100% de la tasa de
reemplazo de los trabajadores, como
planteó en la iniciativa de ley
constitucional -–que propuso en
febrero y– que todavía no se discute
y por supuesto no está aprobada?
En términos formales, no hay
obligación constitucional de cumplir
con la oferta presidencial.
Pero, hay más preguntas. ¿Por qué
proponen y aprueban una ley que se
fundamenta a partir de un dato
falso?
Se parte de la afirmación de que los
trabajadores se jubilan con el 30%
de su salario. ¡Eso es un mito!
De acuerdo con la información del
IMSS, la generación afore, se
retira, con tasas de reemplazo del
73% en promedio, gracias a la
reforma del 2020.
Es decir, todos los trabajadores de
la generación afore, que son cerca
de 70 mil, que ya empezaron a
jubilarse desde el año 2021, tienen
una tasa de reemplazo superior al 70
por ciento.
Por otra parte, ¿cuánto aportará
realmente el gobierno; más allá de
las fuentes de recursos inexistentes
que hasta ahora han mencionado?
¿Bajo qué régimen serán invertidos
los recursos
¿Respetarán el régimen que mantienen
las afores? ¿Invertirán los recursos
en bonos del gobierno?.¿Qué
autoridad supervisará al FPB?.
¿Cuánto cobrarán de comisiones a los
trabajadores? ¿Qué pasará si no son
suficientes –como es previsible– los
recursos para las pensiones de los
trabajadores?
Ya lo han dicho y seguramente lo
repetirán: que todo eso se conocerá
cuando se constituya el fideicomiso
y se emitan las reglas.
Sin embargo, las interrogantes son
válidas y obviamente la falta de
respuesta genera incertidumbre. Lo
más probable es que el FPB se
convierta en un compromiso creciente
de recursos para las finanzas
públicas, al no contar con fuentes
de recursos seguras y de largo
plazo.
Por lo pronto, sin duda, tendrá un
impacto importante en la percepción
de una parte de la sociedad que verá
con buenos ojos que aumenten las
pensiones al 100% del último salario
de cotización, aunque no será para
todos.
Al tiempo.
Atisbos
En días pasados, Coppel fue objeto
de un ciberataque. De manera
inmediata activó todos sus
protocolos de protección para
salvaguardar los datos de sus
clientes, empleados y proveedores.
Luego de un proceso de verificación
Coppel no encontró evidencia de
sustracción de información de sus
sistemas. Bancoppel no fue afectado
por el incidente; opera de manera
independiente y no interrumpió la
atención al público. Tiendas Coppel
se mantienen abiertas al público y
Afore Coppel está en proceso de
restaurar sus servicios de atención
al público.
Twitter: @marco_mares |
(La columna Ricos y Poderosos se publica de
lunes a viernes en el periódico El
Economista. Se reproduce con la autorización
del autor). |